jueves, 20 de noviembre de 2014

Capítulo 30. |Final|

(Narras tú)





Me levanté a pesar de la punzada de dolor alrededor de mis piernas. Me dolía la cabeza. Ni siquiera quería pensar. ¿Qué diablos está ocurriendo? Primero, me secuestra; luego, me confirmo a mí misma que amo a Louis; y entonces, cuando parecía que Troy estaba dispuesto a continuar con “el siguiente paso”, descubro que en realidad todo lo que me ocurrió hace 4 años o más era una farsa.



Y, es que en realidad tenía dos opciones: venirme abajo o venirme arriba. “Sal y verás que ya no puedo hacerte más daño”. ¿Cómo se supone que debería interpretar eso?.



Limpié el polvo de mi camiseta y me acerqué hacia la puerta. Salí por el pequeño hueco de la puerta, sin hacer ruido. Todo estaba tranquilo, nadie estaba cerca, y lo único que podía ver era la puerta de salida en frente mía y unas gotas de sangre en el suelo.





<<Esta es mi oportunidad de huir>>.





Pegué un pequeño salto cuando se oyó un disparo que provenía de dentro de la habitación situada a mi izquierda. Mi corazón comenzó a latir a una velocidad sobrenatural. Tenía miedo. Tenía miedo a morir.



<<Ya no me puede hacer daño>>.



<<¿Porqué?>>.



<<No lo sé>>.



Andé hasta encontrarme en frente de la puerta de donde provenía el disparo y mi vovecita inferior se calló de repente. Todo parecía haberse parado: el tiempo, mi corazón, sus latidos... En este momento ni siquiera sé porqué comencé a llorar. Quizá porque todos mis recuerdos comenzaron a esfumarse poco a poco. Quizá porque había cerrado una etapa, pero no de la manera más bonita posible.



El muerto cuerpo de Troy se encontraba en frente mía, sin vida. Se había suicidado. Todo lo que quise ser en ese momento fue más fría. Yo no quería su muerte. Sí, lo odiaba por haberme hecho tanto daño. Pero por fin era feliz, con Louis. No quería que Troy muriera.



Pero había algo... Había algo en mí que me decía que lo mejor era que él moriera. Él no se había suicidado por mi, se había suicidado por el efecto de las drogas tenían en él. Y ese efecto era: controlar su vida.



En el fondo sabía que él no era capaz de soportarlo. Y, por desgracia, yo había pagado esos platos rotos. Aunque, la verdad es que tampoco me arrepentía. Troy había sido una persona esencial en mi vida. Uno de los pocos que me habían marcado. Para mal, sí. Pero aun así me despedía de él con tristeza.



Cada día me sorprendo mucho más a mí misma. Porque consigo ser más fría ante este tipo de situaciones, pero como consecuencia eso crea que ponga más de mí en mi relación con mi pequeño ángel.



Sonrío al saber que Troy no me había echo daño de nuevo. Ya tuve suficiente. Me acerqué a su cuerpo yaciente en el suelo y le dí un beso en la mejilla.



Yo no lo maté. Limpié mis lágrimas con la palma de mi mano. Nunca había sido buena para despedirme. Pero aun así, como si de un funeral se tratara, comencé a hablarle al aire: a Troy.





- Gracias. Gracias por haberme echo más fuerte. Por enseñarme a apreciar lo bueno de la vida. Porque estoy convencida de que si nada malo me pasara... Nunca aprendería a ver lo bueno. Ahora tengo una vida que vivir. Y, como bien dijiste, ya no me puedes hacer daño --tomé una gran bocanada de aire, callando mis sollozos--. ¿Sabes? Te amé. Fuiste mi primer amor y mi primera vez. No sé porqué te lo digo, si lo sabías perfectamente --reí con amargura--. Todo esto ahora mismo se siente como un funeral. Y, me gustaría haberte dicho en persona, Troy, que yo sí hubiera ido a tu funeral. Por lo que fuimos. Aunque... Si te soy sincera, ahora mismo lo único que puedo hacer es agradecerte, por dejarme hacer una nueva vida junto a alguien después de todos estos años. Quizá no es la manera, pero valoro el echo.





Suspiré y lo dejé ir. Hoy cerraba capítulo. Parece mentira, pero creo que el final ha llegado. No mi final, sino el de Troy. ¿Ha sido él uno de los protagonistas del libro al que yo llamaría: 'mi vida'? Sí, sin duda lo había sido.



Salí del oscuro lugar y una oleada de recuerdos me llegó. No tenía palabras para describir lo que ahora sentía. Recordé mi pequeño cuerpo corriendo por las calles, llorando y corriendo para llegar hasta mi hermana. Y entonces fue cuando lo comprendí todo.



Creo que en el fondo, sabía que el interior se me hacía familiar. Pero estaba reformado.



Me tranquilicé. Nunca llegué a superar todo lo que me pasó con Troy. Aunque sé, que nunca volverá a pasarme porque Troy está muerto.



Comencé a andar por las calles, sintiéndome como una tonta al no llevar el móvil encima. Louis llevaba mi bolso con mi móvil en su moto la última vez, y ahora estaba sola por las calles de la cuidad sin teléfono, comida ni dinero.



Me aplaudí mentalmente, aún sabiendo que no tenía la más mínima culpa. Andé dirección mi casa, que es la que más cerca se encontraba de la zona para llamar a Louis.



No sé que estará haciendo ahora mismo, pero espero que se haya preocupado tanto por mí como yo había pensado en él. Y quizá, que haya intentado buscarme.







(Narra Louis)





- Juro que voy a matar a ese imbécil. A saber qué coño estará haciendo con mi _____ ahora mismo --gruñí--.



- Tranquilízate, bro. Ella va a estar bien, todos conocemos lo testaruda que es. Además, no han pasado ni veinticuatro horas desde que no la ves --intentó tranquilizarme mi buen amigo Zayn, pero no sirvió de nada--.



- Veinticuatro horas son suficiente para violar a una persona. Y yo no quiero que la toque nadie. ¡¿Entiendes?! --dije pasando una mano por mi pelo--.



- ¿Y cómo pretendes que la encontremos? ¡Ni siquiera sabemos dónde está!. Hay que pensarlo bien antes de salir a buscarla. No queremos buscar en el lugar equivocado --dijo Dylan--.



- Dyl tiene razón, Louis. Si buscamos en la zona errónea, perderemos más tiempo --lo apoyó su amigo Liam--.





<<Cómo no, ellos no saben por lo que estoy pasando. ¡_____ está allá fuera con Troy! ¡El amor de mi vida puede morir perfectamente en esas condiciones! A saber cómo la estará tratando>>.







- Horan, tú tienes que saber algo de dónde se encuentran. Por lo menos la zona --dije mirando al rubio, con ganas de matarle a él también--.





No sé si traer a Niall fue buena idea. Es un cerebro más, sí. Pero aun así, no sabíamos si estábamos trayendo al real enemigo con nosotros. Y eso era un peligro, un peligro que debía correr por _____.





- No sé dónde está exactamente, pero sé que es en la zona norte de esta ciudad. Troy no tiene tanto poder ni dinero como para llevársela a otro sitio --dijo y suspiré. Más le vale tener razón--.



- Dinos tu plan --dije rodando los ojos. Creo que nunca soportaré a ese idiota--.



- Zayn y Dylan irán al noroeste, que es el lugar donde es menos posible que esté, ya que es donde está el cuartel de policía, pero aún así hay que registrar la zona ya que no sabes nunca lo que puede pasar. Liam y yo iremos al frente, que puede que esté allí. Y tú irás al noreste, que es el lugar donde más veces me he encontrado con Troy para temas de dinero. Estoy seguro que tú quieres ir a esa zona ya que es la más probable.





Pensé bien la táctica del rubio. No estaba mal. Asentí, no teníamos un plan mejor y éste parecía ser el más adecuado.





- Vamos.





Los cinco nos subimos en las tres motos que teníamos. Niall conduciría la de Dylan y llevará a Liam mientras que Dylan se subiría con Zayn y yo llevaría la mía. No era un mal plan al fin que cuentas.



Sin decir una palabra más, arranqué la moto. Comencé a ir por las calles más sospechosas. Tenía que encontrarla cuanto antes.



Si hace dos meses me dices que caería de esta manera por una persona, probablemente me reiría en tu cara. Nunca me llegué a plantear realmente el enamorarme de esta manera. Pero si algo tengo claro es que... Sale solo. Cuando eres tan joven lo único que quieres es pasarlo bien, pero antes o después, esa persona llega y es entonces cuando sabes con qué has estado jugando.



Por eso, si tuviera que darle un consejo a alguien sobre el amor, sería que no lo acelerase.



Buscaba una señal de mi _____ por aquí y por allí, mientras los nervios me comían por dentro. Hasta que crucé una esquina y me la encontré frente a frente, andando sola por la calle y mirando al suelo... Mi princesa.



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