jueves, 20 de noviembre de 2014

Capítulo 21

(Narras tú)

- ¿Cómo que un "break"? --pregunté confundida--.

- Sí, ya sabes. Yo creo que tienes que alejarte de ellos para aclarar tus ideas --dijo Dylan tocando su cabello--.

- ¿Alejarme? ¿Eso no sería como...? ¿Huir? --dije ante la extraña idea--.

- _____, a veces el tiempo hace que puedas aclararte.

- Pero Dylan, el tiempo también hace el olvido.

- El que realmente te quiera, no te olvidará nunca. Podrá perder la llama del amor, pero no podrá olvidar vuestra historia --dijo Dylan y extrañamente recordé a Louis--.

- ¿Pero qué pasaría si en realidad yo ya tengo las ideas más o menos claras pero no puedo alejarme de el otro?

- ¿Quieres que te sea sincero? --preguntó y yo asentí intrigada por los consejos y las confesiones de esta noche--. Puedes alejarte, pero no quieres. Te gusta la manera en la que te hacen sentir querida ambos porque a toda mujer le gusta sentirse querida, pero, ¿quieres otra verdad? La verdad es que intentas refugiarte en el pensamiento de que quieres a ambos sólo porque en realidad, sabes que realmente quieres con todo tu corazón al más complicado y las cosas no podrían ser igual de fáciles con él que con el otro.

Y era verdad. Dylan tenía razón. Sabía perfectamente quien era "él" y quien era "el otro". Ambos lo sabíamos. Pero esto es más complicado de lo que parece.

- No creo que deba irme --dije con la cabeza gacha--.

Algo había cambiado en mi ahora. Ya no tenía las ideas claras. Ya no era la niña fuerte de antes. De todas formas, yo nunca fui una chica que precisamente llamara la atención de los chicos. Pero ellos dos se habían fijado en mi en el momento menos oportuno. A la vez.

Me apoyé en el hombro de mi amigo y suspiré, intentando resolver cada duda de mi cabeza, pero la decisión era clara. Dylan se recostó en mi cabeza y allí, en el sofá de su casa, ambos nos quedamos dormidos.

(Narra Niall)

Agarré el mango de mi coche y conducí para despejarme. Siempre lo hacía. Mirando hacia el cielo azul oscuro con las estrellas de la noche me acordé de Alba. Aquella muchacha de destellos azules en el pelo me había dejado intrigado ayer cuando compartimos una taza de café en un pequeño bar cerca de la plaza. Eran sus ojos azules y su manera en la que acomodaba el pelo sobre su hombro lo que me hizo querer besarla.

Y tampoco lo dudé. Pero lo que estaba haciendo estaba mal. Engañar a Alba y a _____ era algo que rastrero y sucio. Hacer creer que quieres a alguien y confundirla cuando en realidad comienzas a enamorarte de otra persona era algo que no me esperaba de mi mismo, pero necesitaba el dinero.

Quería a mi pequeña hermana, Melani, con todo mi corazón, y por ella es por lo que hacía todo esto. Yo no quería mentirle a _____ ni meterme en su vida, pero la suma de dinero que Troy me ofrecía era suficiente como para poder vivir sin preocupaciones si administrábamos bien el dinero en las cuentas bancarias y pensábamos con sensatez.

Sin embargo, comenzaba a arrepentirme. Mentí a _____ diciéndole que la quería y la deseaba, incluso me atrevía a besarla, pero mis sentimientos reales sólo pertenecían a Alba. Suspiré y me dirigí a mi casa de nuevo. Quizás debería decir la verdad y dejar de jugar con los sentimientos de la gente.

- 6:00 a.m. -

(Narra Louis)

Preocupado, volví a marcar el número de _____. Pero no contestaba. Parecía ignorar mis llamadas. ¿Y si le había pasado algo? Sabía que no debía haberla dejado ir sola.

Me miré al espejo. Mi pelo desordenado y mi cara de sueño eran sólo una prueba de lo obsesionado que me estaba comenzando a sentir por esta chica. ¿Qué estaba haciendo con mi vida?

Estaba histérico y nervioso. Ella debería haber llegado ya. Todavía no somos nada, pero a veces tengo la sensación de que la siento como mi novia. Deje mi mirada en mis oscuros ojos azules. Definitivamente cualquiera puede decir que había estado bebiendo, pero si juntábamos que tenía unas ojeras enormes, entonces llegaríamos a la conclusión de que no he dormido nada.

Cansado, me acerqué al ordenador y comencé a escribir sobre mis sentimientos en un documento que luego seguramente borraría. Esa faceta era algo que nadie sabe de mi. Hace tiempo que no escribía nada, pero me decidí a volver a utilizar aquella manera de escape de nuevo.

"El amor no se mira, se siente, y aún más cuando ella está junto a ti. ¿Sufre más aquél que espera siempre que aquél que nunca esperó a nadie?."

(Narra Alex)

Vi como Liam se colocaba el bóxer para meterse en el baño. Me echó una mirada rápida, pero yo me hice la dormida. Maldita sea, esto estaba tan mal... Enamorarse de su amigo, ¿a quién se le ocurre?. No puede ser. En cualquier caso, esto se va a terminar de una vez por todas. Sí.

Estas semanas me han servido para pensar lo que realmente sentía hacia Liam. Me había enamorado de la manera en la que sus ojos marrones preciosos hacían contacto con los míos y cómo se rascaba la nuca cuando se encontraba en una situación incómoda. De cuándo se acomodaba las manos en los bolsillos solamente para sentirse a gusto o cuando se lamía los labios si se le secaban demasiado.

Pero fue en el momento menos oportuno cuando me di cuenta de todo. Había conseguido una beca muy importante en la universidad de California, Estados Unidos. Todo iba perfecto. Yo me iba a alejar de las vidas de _____, Dylan y Liam tan tranquilamente hasta ayer, cuando Liam me besó por primera vez.

Nunca pensé que podría sentirme tan bien haciendo algo tan malo y siendo tan egoísta con los demás. No quiero hacerle daño pero era algo que había esperado tanto tiempo...

Agarré mi móvil y lo desbloqueé para ver si alguien me había mandado un mensaje, pero sin quererlo, ya estaba abierta la conversación con Liam cuando me pidió encontrarme con él. Decía que era urgente. Por supuesto que lo era. Me confesó que me amaba y yo le confesé mis sentimientos también. Y bueno, podréis imaginar el resto. Pero yo me iba a marchar, lo iba a dejar y me iba a a ir a otro país. Esto nunca debió haber pasado, debería haberle dicho que no le amaba y así me podría marchar sin haberle dado tantas ilusiones al castaño.

- ¡Buenos días, princesa! --exclamó Liam saliendo del baño al ver que estaba despierta--.

- Hola --dije intentando esconderme entre las sábanas--.

- Eh, ¿qué ocurre? --se acercó a mí preocupado y se sentó a mi lado--.

- Que esto no va a funcionar, Liam --dije tragando saliva--.

- ¿Cómo que no va a funcionar? Déjame intentarlo al menos. Vamos a darnos una oportunidad. Mira, si quieres no le decimos a _____ lo que ocurre y ya está.

- Que no, no es eso. Tú eres maravilloso. El problema lo tengo yo --dije mirándolo por primera vez a la cara--. Liam, créeme que esto va a ser un error.

- Pues sería un honor cometer ese error contigo --dijo buscando mi mano para unirla a la mía. Mis ojos comenzaron a humedecerse y me acomodé el tirante de mi sujetador--.

- Yo no me quiero equivocar. Ese es el punto --insistí y Liam me acarició el hombro--.

- No, me niego. No voy a dejarte ir sabiendo que hay algo de sentimientos en ti. Ayer mismo me demostraste que me amas.

- Me voy a ir, Liam. Me voy del país y no vamos a poder estar juntos.

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