sábado, 22 de marzo de 2014

Capítulo 4

Fui corriendo hacia su moto, seguida de él y antes de que él subiera a ella después de mí, me limpié la sangre de mis labios con la manga de la chaqueta. El castaño subió a la moto y arrancó lo más rápido que pudo. Arrancó a una velocidad probablemente ilegal y me aferré a su espalda mientras que unas lágrimas involuntarias caían por mi rostro al recordar ese momento de pánico que había vivido hace unos pocos minutos, pero sin soltar ningún sollozo para no mostrarme débil ante Louis. Yo tenía que ser fuerte. Nunca había estado en este tipo de situaciones y ahora se me hace difícil creer que el chico que hace unas horas había llegado a odiar y vacilar, ahora estuviese aquí. Porque aquí estaba Louis, cuando menos me lo esperaba. Yo no había pedido ayuda, él simplemente me la ha dado. Pero el caso es que sigo sin entender el porqué.

Cuando estuvimos justo en frente de mi casa, bajé y limpié mis lágrimas rápidamente para que no se diera cuenta de lo que realmente me estaba pasando. Al final resulta que se ha acordado de mi dirección, y la verdad es que no me parece extraño teniendo en cuenta que justo ayer hizo el mismo recorrido. Yo sólo no quería que subirme en esa moto fuera un hábito. 

- ¿Estás bien? --me preguntó antes de darme la vuelta. Me quedé un poco perpleja ante su preocupación--.
- Sí, lo tenía todo controlado --dije intentando parecer fuerte--.
- Es irónico que digas eso cuando has estado llorando y tu labio está sangrando --dijo, debatiéndome--.
- ¿Sabes lo que es realmente irónico? --cuestioné--. Que el chico que me ha metido en problemas esta mañana me salve de ellos esta noche.
- Sí, realmente lo es --contestó después de soltar una pequeña grave carcajada--.
- ¿Cuál era el punto de derramar el bote encima mío? --dije enfadada--.
- Quería probar algo nuevo --dijo acercándose a mí--.
- Ah, ¿sí? --levanté una ceja en forma de cuestión--.
- Ajá --aseguró y cuando estuvo en frente de mí, limpió los rastros de sangre que habían quedado en mi labio y en mi cuello con su dedo--.
- ¿Qué querías probar exactamente? --traté de preguntar, ignorando la cercanía de nuestras caras y cómo lentamente se iba acercando a mí--.
- Algo como hacerte enfadar --susurró en mis labios--.
- ¿Para qué? --dije más confundida que antes--.
- Para ver si tienes el carácter suficiente... -dijo rozando nuestros labios, pero sin tocarlos--.
- Lo tengo --dije separándome y mirándolo a los ojos, mirando ahora su boca entreabierta y su ceño fruncido--. Gracias por ayudarme, supongo que ahora estamos en paz.

Me di la vuelta y cuando llegué a tocar el pomo de la puerta con mi mano, miré atrás y vi que Louis seguía mirándome, no se había movido ni un centímetro. Exactamente no me había aclarado si Zayn tenía algo que ver en este asunto, pero no me importa en absoluto, el caso es que el causante era Louis y con eso tenía suficiente. Lo miré sin expresión alguna y finalmente, después de esa comunicación visual, ambos nos dimos la vuelta. Yo para entrar en mi casa y Louis para irse en su moto.

*.*.*.*.*.*.*.*.*.*

Me levanté con el sonido del despertador y bostecé. Hoy no tenía ninguna gana de ir a la escuela. Varias preguntas pasaban por mi cabeza relacionadas con el tema de Louis. ¿Le habrá contado a Zayn? Espero que no, es decir, le perjudicaría a él. No por haberme salvado, si no por haber estado a punto de besarme. Supongo que ahí fue cuando volví a la realidad, él sólo me había puesto a prueba para nada, porque le apetecía. ¿Es que acaso estaba loco?. 

Por suerte, esta noche había una fiesta que el capitán del equipo de fútbol (osea, Dylan) celebraba con su nuevo equipo. Era como un ritual, sus padres les dejaba la casa esa noche para hacer "la gran primera fiesta del equipo", la primera de muchas. 

- ¡_____! --se oyó la voz de Spencer de fondo--.
- ¿¡Qué?! --pregunté chillando--.
- ¡Ya he llegado! ¡Como no te des prisa, no llegas a la escuela! --chilló y fui corriendo a mi habitación para terminar de meter mis cosas en la cartera--. ¡Ah, y la estúpida cena la han adelantado! ¡Es el domingo!
- ¡Vale! --respondí. ¿Cena de trabajo el domingo por la noche? Pfff... No creo que pueda soportar mis ganas de dormir--.

Bajé corriendo las escaleras para después darle dos besos a mi hermana y salir corriendo de mi casa para no llegar tarde.

*.*.*.*.*.*.*.*.*.*

 - A las nueve y media en tu casa, ¿no Dyl? --pregunté a mi amigo--.
- Sí, ¿podríais venir antes mejor? Para preparar las cosas y eso --dijo juntando sus dos manos en forma de súplica--.
- Ay, ¿qué harías tú sin nosotros? --dijo Alex pasándole su brazo por los hombros--.
- No lo sé --dijo él negando y riendo--.
- Yo estoy dispuesto a quedarme a dormir en tu casa si es necesario para recoger por la mañana --se ofreció Liam--.
- Sí, yo también me apunto --dije emocionada--.
- Pues yo también. ¿¡Qué remedio?! --dijo Alex--.
- Gracias, chicos --agradeció Dylan--. Tengo una habitación de invitados y la de mis padres libre. Elegid vosotros.
- La de tus padres para las chicas --choqué mi mano con la de Alex--.
- Vale, yo me quedo en la de invitados --dijo Liam haciendo puchero--.
- Chicas, las pruebas empiezan en cinco minutos, así que Liam y yo nos tenemos que ir --dijo Dylan--.
- Mucha mierda --dijo Alex--.
- ¡Suerte! --grité mientras se iban--.
- ¡Ey! Me acabo de acordar de que no tenemos trajes para la fiesta --me dijo Alex paranoica--.
- Solo es una fiesta, ponte unos simples pantalones y una camisa --dije con una cara de... "mujer, no te preocupes tanto, no vas a morir"--.
- No, no, no, me niego --dijo negando con la cabeza--. Tú y yo vamos a ir de tiendas, comprar el vestido perfecto, y vamos a llegar a casa de Dylan a tiempo.
- Espera --alzé una ceja--. ¿Esto no será porque quieres impresionar a alguien?
- ¿Qué? --dijo con la voz más aguda de lo normal--. Yo no... Yo no quiero impresionar a nadie, sólo quiero ligar como en todas las fiestas --dijo convenciéndose a sí misma más que a mí--.
- Como tú digas, Alex --dije rodando los ojos--.
- ¡Oye! ¡Que sí! --dijo a la defendiva--.
- ¡Si te he dado la razón! --reí--.
- ¡Eso era sarcástico! --dijo cruzándose de brazos--.

En eso veo a Harry y Louis entrando al colegio a la vez que Alex y yo salíamos. Ambos iban con el chandal del equipo de fútbol del colegio, así que asumí que iban a las pruebas del colegio. Iban deprisa, pero cuando estuvieron delante nuestra, pararon. Ni rastro de Zayn. Perfecto.

- ¿Nos vais a desear suerte? --preguntó Louis con una sonrisa pícara--.
- Claro --dijo Alex un poco molesta. Ella odiaba a los chicos descarados casi tanto como yo--.
- ¿Iréis a la fiesta? --preguntó Harry esta vez, ignorando completamente lo que dijeron Alex y Louis--.
- Como para no ir. Es en casa de nuestro mejor amigo --dijo Alex un poco mejor al conversar con Harry--.
- Allí nos veremos, entonces --sonrió Harry seductor--.
- Nos vemos, Alex --dijo Louis--. Y Asiria.
- ¿Qué? --preguntó Harry confundido--.
- Lárgate. Llegas tarde --hablé por primera vez molesta con Louis--.
- Hasta luego --dijo Louis y ambos se fueron corriendo--.
- ¿A qué ha venido eso? --preguntó Alex. Me encogí de hombros--.
- Ni lo sé ni me importa --dije sencillamente--.
- ¿Qué te pasa? Pareces molesta --dijo--.
- No he tenido un buen día.
- Pues vamos a alegrarlo con una sesión de compras.

*.*.*.*.*.*.*.*.*.*

Nos tiramos como dos horas para encontrar el "vestido perfecto" para Alex. A mí simplemente no me gustaba la idea de arreglarme, así que me compré algo de mi idea inicial. Era una camisa blanca con unos pantalones morados cortos que llevaban algunos detalles en los bolsillos dorados y unos tacones negros. Alex se tiró un montón de tiempo buscando su vestido. Yo sabía que ella quería impresionar, pero se negaba a admitirlo cada vez que le preguntaba. Su decisión final fue un vestido azul celeste pegado al cuerpo con un poco de vuelo y unos tacones a juego. Ella se maquilló excesivamente para mi gusto. Yo me dediqué a hacerme la raya, ponerme un poco de rímel y un brillo de labios.

- ¡Vamos a pasarla bien! --chilló, abriendo la habitación de los padres de Dylan para salir--.
- ¡Chicas! ¡Si ya estáis, ayudadme con esto! --chilló la voz de Liam desde abajo--.

Ambas bajamos las escaleras y Liam se quedó mirando a Alex sin disimular. Ella se puso inmediatamente roja. Sí, ella quería impresionar a Liam. Siempre supe de la complicidad entre mis dos mejores amigos, pero luego pienso en las consecuencias de que todo salga mal entre ellos y pienso que es una pena porque harían una bonita pareja. De todas formas, me alegraría mucho verlos juntos.

- ¡_____! --me llamó Dylan desde la cocina, haciendo ademán con la mano--.

Me reí. Sé exactamente lo que quería hacer. Me acerqué a él y cerramos la puerta de la cocina. Él también sabe de Liam y Alex, cualquiera con dos ojos en la cara se daría cuenta. Pegamos los oídos a la puerta para escuchar la conversación entre mis dos mejores amigos, pero nada. El muy soso de Liam sólo la alagó. Claro, qué esperaba. Él siempre fue un chico tímido en cuanyo a chicas se refiere.

- ¿Lista para enloquecer? --me preguntó Dylan--.
- Nací lista --sonreí--. Vamos a hacer la mejor fiesta de la historia --levanté la palma de mi mano, chocándola con la de Dylan.

8 comentarios:

  1. holis esta super siguela pronto. Una pregunta sobre la novela de All about us la segiras pronto

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  2. Hooolaaaa Me Encanto El Capitulo Siguela Pronto :*

    Besuuss

    Saraa:)

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  3. Mola un montón tu novela me encanta, soy tu fan number 1 :DD pásate por mi novela y me dices que tal me encantaría que la vieses novelasqueenamorande1d.blogspot.com

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    1. JAJAJA, muchas gracias fan nº 1! :D)
      Ya mismo me paso!!
      Un besito xx.

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