sábado, 15 de marzo de 2014

Capítulo 2

Estábamos en última hora de clases y sonó el timbre. Para mi desgracia, todos tenían coche menos yo, ya que tenía un pequeño trauma con los coches. Liam se ofreció para llevarme, pero me negué y dije que iría andando. Mala elección. Comenzó a llover muy fuerte y comencé a empaparme. Mi ropa estaba completamente mojada y mi pelo se comenzó a pegar a mi rostro. Eso era lo malo de que mi casa estuviera lejos, pero no lo suficiente como para poder coger un autobús. El sonido de una moto me sobresaltó y me volteé. La moto llegó hasta mí y me asusté un poco, pero me relajé al reconocer esos ojos azules que he estado observando el día de hoy.

- Asiria --se rió. Era la primera vez que lo oía reír--. ¿En serio creíste que me creería ese nombre raro? --preguntó y me tensé. 
- Pues es como me llamo --tragué saliva--.
- Mentirosa... Me gusta --declaró. Y me quedé parada como una estatua, mirandole fijamente a los ojos--.

Intenté ignorarlo, haciéndome la ofendida y siguiendo mi camino. Al parecer la lluvia no quería cesar y todavía sentía el frío apoderándose de mis huesos. Su moto volvió a pararse a mi lado y lo miré mientras me abrazaba a mí misma.

- Te puedo llevar --se ofreció--.
- Creía que eso no iba con tu aspecto de chico malo --dije un poco sorprendida--.
- Puedo hacer una excepción --me miró a los ojos y pude ver algo en él en lo que nunca me había fijado en los demás chicos. No sé que es, pero me atrae--.
- Bien --hice un intento de sonrisa y me subí en su moto--.

La verdad es que las motos no me agradan para nada, pero en algún momento de la conversación anterior, Louis me hizo olvidarme de ello para montarme en la moto. Me subí y me agarré a él fuerte, pero cuando arrancó me agarré más fuerte aún. Le susurré mi dirección mientras que la moto estaba en marcha, con miedo de caer. Cuando llegamos a mi casa, solo chispeaba. Me bajé de la moto y lo miré.

- Gracias --me limité a decir--.
- De nada --dijo y arrancó el motor--. Nos vemos mañana, _____.

Me quedé mirando cómo desaparecía por la calle. Sabía mi verdadero nombre y yo había quedado como una estúpida, pero todavía había algo que no entendía. ¿Porqué sabía mi nombre? Claro que le podía haber preguntado a Zayn o Harry... Sí, será eso. De todas maneras, su acción anterior me tiene muy desconcertada, ¡se supone que es un chico malo! Agh, lo peor es que sólo lo conozco de un día y ya ocupa mi mente más de la mitad de las horas que éste tiene. 

Decidí pasar un poco del tema y dejarlo ir aunque sea por un par de horas. Dios, estoy tan cansada... Y encima sigo mojada. Me aplaudí mentalmente. Entré en mi casa y mi hermana mayor me saludó sin prestarme mucha atención. Mis padres no estaban en casa, ¡qué sorpresa!. Nótese la ironía. Mis padres casi nunca estaban en casa, siempre viajaban y siempre que vienen a casa a la mañana siguiente se tienen que marchar o como mucho se quedaban una semana. Mi hermana era el único apoyo que tenía el día a día. Siempre me siento con ella en la cena y conversamos de temas triviales. Me ayuda en mis estudios, e incluso me ayuda con el tema "chicos". Quizás de ella había sacado esa manera tan fuerte de pensar sobre ellos. Todavía recuerdo una historia que me contó de cuando ella tenía mi edad. Dice que un día llegó un chico que sólo traía problemas y que acabó haciendola mucho daño. ¿Irónico? No lo creo. Eso es lo que me asusta de la llegada de Louis. La atracción inmediata y la comunicación visual que habíamos mantenido hoy me asustaba porque no quería que la historia de mi hermana se repitiera conmigo. Cuando me quise dar cuenta ya estaba pensando en él. Otra vez.

*.*.*.*.*.*.*.*.*.*

Me levanté con ganas de ver a Louis de nuevo para poder conocerlo más a fondo, aunque juzgando la manera en la que me trataba Zayn y su reputación, en mi interior yo sé que mucho no lo voy a conocer, eso está claro. Pero yo me hacía ilusiones de todas maneras. Me vestí con una camiseta de la bandera de EEUU, unos vaqueros y unas botas. Me recogí el pelo en una cola de caballo, ya que no tenía muchas ganas de peinármelo y bajé a desayunar.

- Buenos días Spence --le dije a mi hermana. Su nombre real es Spencer, pero yo la llamo Spence--.
- Buenos días, _____ --me respondió--.
- ¿Me puedes llevar hoy o...? --comencé a decir--.
- No, tendrás que ir andando, hoy tengo que llegar un poco antes --sonrió apenada--.
- Okay, no te preocupes, ya recuperaremos tiempo --sonreí cálidamente--.
- Mamá dijo que la semana que viene vendrán a pasar aquí unos dos o tres días aquí para una cena de negocios y luego se iban. Según ella debemos asistir porque es muy importante o no sé qué... No presté mucha atención --dijo restándole importancia--.
- Está bien --respondí indiferente.

Últimamente mis padres nos pedían ir a sus cenas de negocios con ellos debido a la escasez de tiempo que podemos pasar juntos como una "familia" por lo que no teníamos elección. Debíamos ir, para unas pocas veces que vienen, sería mejor no darles ningún disgusto, fueran las cenas un tostón o no.

- Me voy ya al trabajo. No tardes en llegar mucho. Si necesitas algo, llámame --dijo apurada, dándome un beso en la mejilla y desapareciendo por la puerta. Estaba sola. Otra vez--.

Cogí los libros y las llaves para salir. Cuando abrí la puerta, el viento frío azotó mi rostro y me maldecí interiormente por no llevar ninguna capa más para cubirme, pero no podía volver a entrar en casa o llegaría tarde. Entonces recordé que tenía biología a primera hora. ¿A quién le importa la biología? Subí a por un abrigo verde que me había comprado hace poco y cogí un gorro de lana por si acaso. Volví a salir y decidí darme el carrerón de mi vida para llegar por lo menos cinco minutos tarde o no me dejarán entrar a clases. Yo soy una maniática con eso, al principio pienso que no tengo ninguna gana y después me arrepiento pensando en las consecuencias. Corrí por las calles lo más rápido que mis piernas me permitían y decidí que debería hacer más deporte. Oh dios, realmente necesitaba ponerme en forma o no creo que llegara a los cincuenta años si tengo que seguir corriendo así. 

Al final resulta que llegué unos quince minutos tarde, por lo que no me dejaron entrar a clase. La siguiente clase era química, así que entré cuando me aseguré de que todos estaban dentro y me senté en una de las mesas del fondo, sin compañero al lado al ver que Dylan estaba con una animadora intentando hacer sus "tácticas" de ligue y Liam estaba junto a Alex intentando hacer lo mismo, sólo que mi amiga es mas dura y estúpica en cuanto hay que captar indirectas, cosa que me parece gracioso. Entonces me acordé del moreno al no verlo por la clase, ni a él ni a Zayn ni Harry. De pronto vi su cabellera marrón seguido del pelo negro del morocho y los rulos morenos del rizado. Su mirada recorrió la clase y sonrió al ver un asiento libre al lado mío. Le susurró algo a sus amigos y se acercó, mientras que los otros ocupaban la única mesa libre.

- ¿Llegaste bien a casa? --preguntó cuando se sentó--.
- Me llevaste tú --dije--.
- Lo sé --dijo sin más-- era por hablar de algo.
- No tienes porqué hablar conmigo --dije un poco seca, aun sin intenciones de que sonara de esa forma--.

Él sólo asintió y miró al profesor que había comenzado a dar la clase dándonos las explicaciones sobre el tipo de experimento que haríamos hoy mientras murmuraba algo que no fui capaz de oír. Preparamos los jarrones y todo sin hablar, este chico era duro cuando quería, pero yo solo le había dicho la realidad. Es decir, si es amigo de Zayn, no necesita hablar con alguien inferior a él. Cuando se trata de lógica que no me cuadra, me estreso tanto...

- Mete el líquido del frasco 3 junto al del frasco 2 a la vez --me ordenó Louis--.
- Ok --dije y lo hice--.
- Ahora se supone que... --cogió el líquido 5 y "sin querer" me lo derramó encima.

El líquido estaba frío y se expandía en la tela de mi camiseta. Miré a Louis mal, muy mal. Intenté calmarme, pero mis intentos fueron en vano.

- ¡Me cago en la puta! --chillé, acaparando la atención de todos los alumnos de la clase, e incluso de Zayn y Harry, lo cual el primero miraba la escena con una sonrisa satisfactoria, como si estuviese todo planeado--. Fuiste tú, ¿verdad? Tú hiciste que me hiciera esto para que yo hiciera el mayor ridículo de la historia --dije cuando estuve a la altura de Zayn, el cual sólo rió-- ¡Eres una sucia rata! --dije sin importarme los demás, ni siquiera el profesor.

Raras veces se me veía a mí actuando de esta manera, insultando a la gente y chillando. El profesor quedó asombrado por mi actitud.

- Al despacho del director. ¡Ahora! --dijo furioso y recogí mis cosas de mala gana, casi metiéndolas con violencia en mi mochila--.

Miré el aula antes de salir y fulminé con la mirada a Louis, el cual parecía hasta divertido. Cómo no. Había caído en su trampa. La estúpida e impulsiva _____ había caído en la trampa de "el chico nuevo no puede hacer nada". ¡Joder!. Zayn sabía bien cómo provocarme y no dudó en hacerlo. Ya me advirtieron. Y encima creí que Louis podía ser mi "algo". ¡Por dios!. Sólo lo conozco de dos días y ya estoy en problemas. ¡Maldita sea! No puedo dejar de maldecir.

4 comentarios:

  1. La Amo, Amo, Amo, Amo DEMACIADOOOOOO Siguela Prontoooo, Amo Como Escribess Siguelaaa Rapido O Te Matare Y Llevare A Narnia En Mi Cerdito Volador Que Vomita ArcoIris(Si Lo Se Soy Infantillll) xD...

    Kissess..

    SaraxxX

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    1. Jajajaja, muchas gracias Sara :) ¿Sabes qué? El capítulo 3 ya está escrito, creo que lo subiré mañana... Pero no le digas a nadie, que es un secreto... Shhh... Jajajaja. Estaría bien ir a Narnia... :P
      Besos,
      Andrea xx.

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  2. im in love, me encanta tu nove, eres una escritora nata :)

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